viernes, julio 21, 2006

Niebla Rosarina


Son las 7 y media de la mañana de un incipiente viernes, con un frío palpable. Sentada en mi máquina recuerdo, y me dispongo a comenzar el día, prácticamente como si ya lo hubiera vivido. El cigarrillo se consume a mi izquierda, y la música resuena en mi habitación, entremezclandóse con el aroma a café recién echo.
Entre murmuros me llamas, te incorporas, enrredándote en las sábanas y logras sacarme una sonrisa.
" Volvé a la cama, amor"- te dije con una pícara mirada, " es demasiado temprano para vos".
Un leve gruñido me contestó... la música llegaba a su fin.
Sos hermoso, pensé mientras te contemplaba, sos hermoso y sos todo mío...

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